El Gobierno de la India lanzó una investigación formal para esclarecer las causas del accidente aéreo ocurrido el jueves en la ciudad de Ahmedabad, donde un avión de Air India se estrelló poco después de despegar. La información fue confirmada por el ministro de Aviación Civil, Ram Mohan Naidu, a través de una publicación en sus redes sociales.

El trágico episodio dejó un saldo de 265 personas fallecidas, de las cuales 241 viajaban a bordo del avión siniestrado. El resto de las víctimas se encontraba en tierra. Los cuerpos fueron trasladados al hospital gubernamental de la ciudad, según detallaron medios locales.

En las últimas horas, equipos de rescate hallaron una de las cajas negras en la parte trasera del avión. Este elemento será clave para entender qué provocó el siniestro.

La Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos comenzó las tareas periciales en línea con los estándares internacionales de la Organización de Aviación Civil Internacional, indicó el ministro Naidu.

Además, se está conformando un comité multidisciplinario de expertos para evaluar el caso en profundidad. “El comité trabajará para reforzar la seguridad aérea y prevenir este tipo de incidentes en el futuro”, escribió Naidu en la red social X.

Air India informó que el único sobreviviente del vuelo, un ciudadano británico de origen indio, está recibiendo atención médica en un hospital.

A bordo del Boeing 787-8, con matrícula AI171 y 12 años de antigüedad, viajaban 169 ciudadanos indios, 53 británicos, 7 portugueses, 1 canadiense, 2 pilotos y 10 miembros de la tripulación. El avión cayó desde una altitud de 825 pies y se estrelló en el predio del B J Medical College, provocando graves daños estructurales.

La Federación de Asociaciones Médicas de la India reportó que una persona murió dentro de la institución educativa, mientras que al menos nueve personas permanecen desaparecidas —entre ellas estudiantes de medicina y familiares de médicos residentes— y otras 50 resultaron heridas.

El grupo Tata, propietario de Air India, anunció que indemnizará con 10 millones de rupias (unos 116.854 dólares) a las familias de cada una de las víctimas fatales.

Las autoridades aún trabajan en la identificación mediante pruebas de ADN para confirmar oficialmente la cifra final de fallecidos en lo que ya se considera el peor desastre aéreo en India en lo que va del año.